Edu Quindós llega para presentar su segundo disco, Hello. Tras Stay With Me, este artista que autoedita y autoproduce su propio trabajo nos cuenta un poco más de él.
1. ¿Cómo empezaste en la música?
Muy buenas, nos remontamos a hace unos 23 años. Por aquel entonces yo solía ir a las Fiestas del barrio de Gràcia en Barcelona con algunos amigos, entre ellos J.A. Torralba “Torri”, un compañero del instituto, teníamos unos 17 años. Allí empecé a seguir a una banda de versiones llamada “El Bulevar de Ron”.
Tocaban desde Queen a los Straits, pasando por Toto, U2, Roxette… vaya, la música que me gusta. Y tras una primera etapa, cambiaron de cantante y entró una chica con un vozarrón increíble llamada Isabel. No, no hay ningún roce, pero de alguna manera fue en su época en la que empecé a interesarme más por el tema. Un día, al acabar uno de sus bolos, Torri, otro amigo nuestro Miguel Ángel (DEP) y yo nos encerramos en casa y ellos con sus guitarras y yo con mi voz empezamos a hacer un poco el burro. De hecho, lo primero que empezamos a tocar fue Crying de Aerosmith… poca broma. Sonó fatal, claro, pero… nos cogió el gustillo. A partir de ahí, Torri y yo empezamos a quedar más para tocar, aunque curiosamente nunca hemos tocado juntos en una banda.
Hemos hecho alguna colaboración y un concierto de versiones de Queen, él y yo mano a mano, pero poco más. A partir de ahí… con el tiempo, ya en la universidad me metí en la que fue mi primera banda “Freeriders” (hicimos algún concierto, compusimos, lo pasamos bien un tiempo) y de ahí, corales, orquestas, grupos de versiones hasta llegar a Plebeya, mi anterior banda.
2. ¿Cuál fue tu primer instrumento musical?
Creo que la flauta del cole. Ya sabéis, antes tocábamos la flauta, ahora no sé. Luego ya, la guitarra española de mi madre, que sigo usando, creo que tiene más años que yo… o los mismos. Es comodísima y para componer me va de fábula. Le tengo mucho cariño y me va muy bien.
3. ¿Qué diferencias hay entre tu primer trabajo, Stay with me y Hello?
Desde mi punto de vista no muchas, más allá del hecho de que dentro de mis discos ya hay muchas diferencias de estilos. Son mis canciones, a mi rollo, a mi estilo y con la misma instrumentación de rock clásico. Realmente no hay una evolución más allá de la tranquilidad de saber, en “Hello”, que lo que estaba componiendo iba a sonar de muerte, tenía la experiencia de “Stay With Me”. Yo compongo canciones, no discos.
No hay un eje común. Sí que es cierto que los temas de “Hello” son más recientes que los del primero, ya que la mayoría los compuse entre ambos, pero las canciones han salido así y sinceramente, no he pretendido buscar una manera diferente de hacer. Trabajo las maquetas hasta hacer toda la producción y arreglos, luego lo paso a los músicos que le dan vida pero siguiendo el patrón marcado.
Luis Robisco con la guitarra es quien tiene más libertad, pero dado que estoy en todo el proceso de grabación, no hay sorpresas posteriores. Tanto Luis como Tomàs Robisco (el ingeniero de sonido en La Bucbonera Records, donde he grabado ambos discos) han participado en los arreglos, aportando opiniones, pero siempre han sido muy respetuosos con mi punto de vista y mi idea de trabajar las canciones. Pueden pensar que ellos lo harían diferente, o que el “mercado” está preparado para recibir la música de otro modo, pero… si yo voy con una idea, hacen lo imposible para que esa idea suene lo mejor posible. No sé vosotros, pero yo creo que lo hemos conseguido… orgullo de padre.
4. ¿Cómo se te ocurrió presentar un disco con 17 canciones de estilos musicales muy diferentes y cada una con su propia portada?
Lo de las portadas fue una manera de dar promoción, como ya hiciera con “Stay With Me” además, creo que es una bonita forma de hacer participar a la gente en el proyecto. A lo tonto, a lo tonto, ya hay bastante gente en Instagram (donde realicé la promo) que sabe quien soy. En cuanto a las 17… ¿por qué no? Quiero decir… compongo muchos temas, de hecho he tenido que dejar varios en el ordenador. A la hora de escoger no era capaz de dejar ninguno de estos fuera. Son mis niñas y si quieren estar en el disco… quién soy yo para impedírselo.
El mayor impedimento… el de siempre, el dinero. A más temas, más dinero, pero… qué narices, o lo hago ahora o no lo hago nunca. Si alguien me dice que son muchas para un disco, le contesto que tiene tiempo de sobras para parar y escuchar más tarde, que lo bueno es que si escucha 11 (un disco convencional) y le está gustando, tiene la suerte de saber que aún le quedan 6 más. Y si de las 11 no le gusta ninguna, que no desespere, igual en las 6 siguientes la encuentra. Un disco es algo obsoleto, lo que escucha la gente son canciones, y eso es lo que yo hago.
Están enmarcadas en un álbum, un disco, pero porque de momento se tiene que hacer así. Puedo intentar no ir en la misma corriente del “mercado” pero… no puedo ir contra todo, es absurdo. Pero estaréis conmigo que casi todo el mundo escucha canciones aleatoriamente. Para mí componer no alude a un estado de ánimo. De hecho, yo compongo siempre la música y melodía al principio y la letra… pues pueden pasar años, así que está claro que mi estado de ánimo en un momento y otro no tienen nada que ver. Por lo tanto, no concibo un disco como un todo, si no como la forma de aglutinar las canciones. Pero… por eso mismo todas mis canciones tienen su propia portada.
5. En tu último single, “All your thoughts are his” vemos tu lado más sensible, ¿en qué te inspiras para componer?
Si en el fondo soy muy tierno. Pero… ojo, que la letra es sensible pero el trasfondo es algo así como: “Por favor chiquilla, deja de pensar en ese tío, es un capullo. No solo pasa de ti si no que además te ha hecho daño. Pasa de él.” Pero claro, con esa vocecita tierna que pongo, pues… Me inspiro en lo que me llega en ese momento. En ocasiones sí que hay alguna vivencia o algo que le ha pasado a alguien cercano.
Por ejemplo, “Too Late” (Hello) tiene esa letra porque falleció un amigo de la infancia. La letra no habla de él y podría no ser por alguien que falleciera, si no por cualquier ausencia, pero a partir de ahí… escribo. En muchas ocasiones la letra parte de lo que canturreo cuando compongo (el típico “guachi guachi” de componer, eso que suena a inglés aunque no estés diciendo nada).
Muchas veces suenan palabras o frases con algún sentido que condicionan lo que dirá la letra luego. Como os comentaba, la letra es lo último que hago, así que no suele ir ligado a mi momento vital al componer la melodía o la música. Diríamos que soy más músico que poeta, pero es curioso porque luego leo mis letras o las lee otra gente y me dicen que les gustan, que tienen un toque muy…
6. Tendrás un importante arsenal de instrumentos musicales, ¿qué equipo tienes?
Bueno, uso sobre todo: la española que os decía, una Cort electroacústica, mi querida Epiphone Les Paul Zakk Wylde, que es la que más uso para grabar, un bajo Ibañez y luego tengo 3 guitarras eléctricas más que apenas uso. Aparte de eso mi micro, obviamente y trabajo con el PC.
Grabo las guitarras, bajo y voz yo en casa (no soy un gran guitarrista pero me sirve de referencia para que luego los músicos lo hagan como se debe y mejor) y programo las baterías con todos los detalles y arreglos, luego Toni Mateos lo toca con la de verdad y hace que suene de muerte. Como no uso teclados ni sintes, no tengo. Y por último, el piano de la nana, de “My Sweet Heart” fue obra de Luis Robisco, en ese tema los arreglos y la idea del piano son suyos, y tocado magistralmente por la pianista Natsuki Nishimoto.
7. ¿Qué le recomendarías a los músicos que están empezando?
Si lo que quieren es hacerse ricos, lo tienen chungo, pero está claro que para eso, el camino es hacer lo que marcan las radios, teles, el “mercado” (pongo siempre comillas a “mercado” porque me cuesta asociarlo con el concepto música, una manía que acabo de crearme). Que copien y no sean creativos que eso es lo que se supone que nos tiene que gustar.
Eso sí, si componen, si creen en lo que hacen y pueden intentar permitírselo… que se obcequen, que insistan en su proyecto, que no se aborreguen. Eso sí, que estén preparados para el fracaso, si no… lo tendrán muy chungo. Es jodido, muy jodido escuchar según qué cosas sobre algo en lo que crees y en lo que llevas años poniendo ilusión, esfuerzo, pasta… pero… como suelo decir “Si no te gusta… pues no lo escuches, ya habrá quien lo sepa apreciar”. Si a mí me gusta, seguro que habrá más como yo. Y sí, siempre salen, aunque hay que conseguir llegar a ellos/as.
8. ¿Conocías Musicopolix?
Pues no, pero he echado un ojo. Hace tiempo que no compro instrumentos así que estoy un poco fuera de onda. Pero mola, si tengo que comprar algo en el futuro os aviso! Me haréis precio de entrevistado, ¿no? Jejeje
9. Momento promo: Indícanos tu web, perfiles en redes sociales y dónde podemos encontrar tu disco.
Genial, siempre se agradece.
Bueno, pues lo primero: HELLO se puede comprar en FNAC, de hecho el próximo jueves 5 de JUNIO estaré presentando HELLO en FNAC Callao, en principio a las 20h (iré confirmando en mi FB), será en formato acústico, así que quien quiera apuntarse, será bienvenido.
También se puede comprar en iTunes y GooglePlay. Son 17 temas (más de una hora de excelente música) por menos de 10 euros.
Para seguirme:
www.eduquindos.com
www.youtube.com/EduQuindosBand
@eduquindosmusic en Twitter
@eduquindos en Instagram
En Spotify: Edu Quindós
Y en varias redes más: Soundcloud, Myspace, Tumblr, Pinterest, Pitchmystuff, LastFm… solo hay que buscar “Edu Quindós” se me encuentra fácilmente.
En fin, mil gracias por vuestro tiempo y a vosotros, Musicopólix, millones de gracias por poder darme esta oportunidad de que la gente pueda conocerme más y, espero, interesarse por lo que hago.
De nuevo, gracias. Besos, abrazos y achuchones varios
Edu