Os damos varios motivos de peso que sientan las bases y responden al por qué es tan importante la estimulación musical a una edad temprana, cuando el cerebro está receptivo y puede beneficiarse de multitud de beneficios que la música puede aportar en su desarrollo.
El ritmo en la naturaleza
El ritmo está presente en todo lo que nos rodea, desde la respiración al latido del corazón, desde el vaivén de las olas al canto de los pájaros. Nuestra naturaleza musical nos acompaña en el vientre materno y ya en el nido, se efectúan estudios sobre la importancia de una exposición musical precoz. No seríamos los mismos sin música. De sobra conocemos los beneficios que esta ejerce sobre nuestro cerebro y estado de ánimo y no hay intermediario que valga entre ella y el oyente, la música entra sin llamar y se adueña de nuestra psique embriagándonos a medida que nos invade. No hay escapatoria.
- Cuando el niño tiene un año y medio, es capaz de utilizar su cuerpo para responder de forma rítmica a la música.
- A los dos años su capacidad motriz está más desarrollada y puede dar golpes específicos o balancearse siguiendo la música.
- A partir de los tres años es capaz de acompañar rítmicamente una canción y de ir coordinando su cuerpo cada vez mejor.
La música nos hace más inteligentes
Para el cerebro del niño supone toda una revolución, ya que a edades tan tempranas los pequeños son puros receptores y el cerebro está en continuo desarrollo. Al recibir distintos tipos de estímulos y sonidos se fomenta la creatividad, la imaginación, la expresión y la relación con exterior a través de las emociones generadas a través de la música. La música entrena tanto la concentración, la percepción y la atención, como la memoria, la lógica y el razonamiento complejo. También ayuda a desarrollar la orientación, el sentido del ritmo y el movimiento, todo ello unido a la expresión corporal, que firmemente va alcanzando peldaños a medida que el cerebro está maduro para permitírselo. Aparte el sentido del ritmo aporta serenidad, orden y equilibrio, ayudando a desarrollar capacidades motrices y favoreciendo la formación del sistema nervioso.
«Los instrumentos son una fuente inagotable, se adaptan a los distintos intereses musicales y a las capacidades que se van adquiriendo»
La música impulsa a la maduración. Es un pequeño engranaje que, como hemos visto, va moviendo otros a su vez. Y lo mejor de todo, cualquier instrumento se va adaptando a las capacidades que se van adquiriendo y a los intereses del niño a la vez que evoluciona con él, contribuyendo así a su desarrollo integral.
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Como has visto, en Musicópolix entendemos la música como un arte “vivo”, que debe experimentarse a través de su interpretación directa, por ello recomendamos el uso temprano de instrumentos que potencien la exploración y el descubrimiento de las propiedades del sonido y de la música desde un entorno lúdico y ameno, que es la forma natural que un niño tiene de aprender. Y como queremos predicar con el ejemplo hemos creado la Escuela de Música Musicopolix, un lugar para apoyar la formación musical, a cualquier edad y a cualquier nivel. Visita nuestra escuela situada en la localidad madrileña de Alcalá de Henares, que además cuenta con la certificación oficial de Rockschool siendo capaz de desarrollar todo tu potencial. ¡Te esperamos!