A veces los nervios nos hacen jugar muy malas pasadas. Sobre todo cuando intentamos dar lo mejor de nosotros mismos, pero el miedo al fracaso o al ridículo reflejado en la crítica del público bloquea nuestra parte creativa.
Tenemos diez consejos claves para trabajar tu miedo escénico. No son la panacea, pero si los trabajas día a día, empezarás a disfrutar encima de los escenarios:
1. Siéntete orgulloso de lo que haces. Es importante que salgas al escenario con seguridad y aplomo, ya que esto lo transmitirás a tus compañeros de escenario y al púbico
2. Práctica antes de subir a escena. Visualízate en el escenario, e incluso efectúa ensayos finales si tienes la posibilidad. Esto te proporcionará herramientas para saber gestionar en todo momento los nervios.
3. Ensaya, ensaya y ensaya. No hay nada como saberlo que ocurrirá en cada momento del espectáculo y dominar cada una de tus participaciones. Trata de dejar la improvisación para más adelante, ya que ahora debes tener claro lo que tienes que hacer, y evitar quedarte en blanco.
4. Trata de empatizar con el público. No hay nada como conseguir unas primeras sonrisas nada más salir al escenario. Ellos están de tu parte, no contra ti, por lo que utilízalos para sentirte arropado y hazles pasar un buen rato.
5. Si cometes un error, no pares, sigue. Trata de reengancharte rápidamente, y sino disimula como si ese mismo error fuese parte del propio espectáculo. El dicho «nadie ha visto nada» puede ser tu gran aliado.
6. Busca una cara amiga entre el público. Sabes que en ella encontrarás el apoyo necesario si en cualquier momento te sientes bloqueado.
7. Sé sincero. No intentes impostar lo que no eres ya que el cuerpo responde con una rigidez muscular que no te permite ni moverte y por tanto aumenta la tensión. El público ha ido a escucharte a ti voluntariamente, así que simplemente hazlo.
8. Disfruta. Un concierto es algo irrepetible y mágico. Centrate en la música y trata de dar lo mejor de ti. No pienses en las críticas, simplemente en pasar un buen momento.