Nunca sometas a la guitarra a temperaturas o humedad extremas ya que, por ser instrumentos de madera, se puede ver afectada la estabilidad de la madera y de los adhesivos.
En este sentido, no la dejes al sol ni cerca de radiadores ni estufas. Y si el grado de humedad es muy bajo, conviene que uses un humidificador. En el caso opuesto, en sitios muy fríos tampoco dejes el instrumento; en viajes en avión intenta no facturar la guitarra y si no te queda más remedio, desajusta las cuerdas.
Otro fallo muy frecuente es dejar la guitarra dentro de un coche al sol, incluso, antes de cargarla en el coche conviene que lo ventiles durante unos minutos y generando una temperatura más baja ya sea con el aire acondicionado o bajando las ventanillas.
Intenta no colgar tu guitarra de soportes que sujeten a la misma por el extremo superior del mástil.
Tuerca de tensión del mástil: no hagas nada con ella si no sabes como hacerlo. Corres el riesgo de romper el instrumento.
Después de utilizarlo, guardala siempre en su caja bien cerrada ya que los atriles pueden no ser todo lo estables que quisieras.
Ojo con los colgantes, llaveros, etc. cuando toques.
Mantén limpio tu instrumento.
No lubriques las clavijas de tu instrumento.
Limpia las cuerdas tras el uso con un paño limpio y seco.
Ten presente que es normal que el mástil sufra pequeños cambios (es madera) por los cambios de temperatura en diferentes momentos del año. Estas variaciones pueden ser compensadas en la mayor parte de los casos cambiando la altura del puente.